CÓMO LEER LAS ETIQUETAS DE LOS EMPAQUES

Aunque usualmente contamos con la ayuda de la etiqueta de datos nutricionales en las bebidas o alimentos que vienen empacados, solemos olvidar darle la vuelta al producto para mirar el reverso.

Que un alimento contenga poco o gran contenido de un nutriente no significa que sea la mejor opción o la más saludable. Cada nutriente posee recomendaciones diarias especificas para su consumo, las cuales a través de estudios de investigación han sido probadas, demostrando poseer beneficios y representar riesgo bajo o cero para nuestra salud.

Cuando nos dejamos atrapar por lo que parece saludable, sin estar seguros que lo es, caemos en la trampa y escogemos alimentos que pueden sabotear nuestro esfuerzo por mantener buenos hábitos alimenticios, allí radica la importancia de conocer la composición de lo que compramos, sin dejarnos guiar por términos engañosos.

Estas son algunas sugerencias que te ayudarán a decidir las opciones más saludables, realizadas por la reconocida médico especialista en salud pública y obesóloga Samar Yorde, autora del libro @Soy saludable en la cocina.  

CALORÍAS:

Bajo en calorías: 40 calorías o menos por porción. Son buenas opciones a la hora de escoger alimentos empacados. Sin embargo, no olvides chequear de dónde provienen esas calorías: ¿azúcar, grasa, proteínas?Las grasas aportan 9 kilocalorías por gramo, mientras que las proteínas y carbohidratos aportan 4 kilocalorías por gramo.

Calorías reducidas: contiene 25% menos calorías por porción cuando se compara con un alimento similar. No significa que contenga pocas calorías, simplemente es mejor opción que un producto igual pero con más calorías.

Light: contiene un tercio menos de calorías o 50% menos de grasa por porción. Light no significa que sea bajo en calorías, solo indica que contiene menos calorías que otro alimento similar, tampoco significa que no contenga grasa, solo expresa que contiene la mitad de la grasa que otra versión del mismo alimento.

AZÚCARES:

Sin azúcar agregada: indica que no contiene ningún extra añadido como la sacarosa, glucosa, maltosa, dextrosa, jarabe de maíz de alta fructosa, jarabe de maíz, jugo de caña evaporado/deshidratado, jugo de frutas concentrado y miel, sin embargo puede contener los azucares naturales del alimento, como es el caso de las frutas que contienen fructosa.

Reducido en azúcar: contiene al menos 25% menos de azúcar comparado con un alimento similar. Recuerda: que el contenido de azúcar esté reducido, no significa que sea beneficioso, simplemente es una mejor opción que la versión azucarada original del mismo alimento.

Libre de azúcar: contiene menos de 1/2 gramo (0,5gramos) de azúcar por porción. ¡Son la mejor elección! Procura consumir con frecuencia los alimentos que contengan menos de 5 gramos de azúcar en 100 gramos de alimento sólido o menos de 2,5 gramos de azúcar en 100 ml de una bebida.

GRASAS:

Fatfree o libre de grasa: contiene menos de 1/2 gramo de grasa por porción. Son buena opción para consumir. Sin embargo, verifica en la etiqueta nutricional el contenido completo del alimento, en ocasiones cuando se restringe la cantidad de grasa, se sustituye por sodio o azúcares para mejorar el sabor.

Grasa reducida: menos 25% menos de grasa comparado con un alimento similar o con su versión original. No son los más recomendables, pero son una mejor opción que la versión original.

Bajo en grasa: ¡es la mejor opción! Posee 3 gramos o menos de grasa por porción. Por lo general este tipo de alimentos no suele ser muy calórico y son la mejor opción para cuidar nuestra salud cardiovascular. Escoge alimentos con bajo contenido de grasas: 3g o menos de grasas totales y 1g o menos de grasas saturadas.

COLESTEROL:

Libre de colesterol: menos de 2 miligramos de colesterol por porción y 2 gramos o menos de grasa saturada por porción. Pocos alimentos cuentan con esta composición. Sería ideal siempre escoger este tipo de alimentos.

Bajo en colesterol: 20 miligramos o menos de colesterol por porción y 2 gramos o menos de grasa saturada por porción. Este alimento también es una excelente opción para cuidar tu salud.

SAL Y SODIO:

La Organización Mundial de la Salud recomienda que el consumo de sal no supere los 2.5 – 5 gramos DIARIOS. Para mantenerte dentro de los valores recomendados debes escoger alimentos con poco contenido de sodio, el cual SIEMPRE está indicado en la etiqueta, además se señala el valor diario (VD) recomendado: debe ser entre el 5% y el 20%.

Libre de sodio: contiene menos de 5 miligramos de sodio por porción; Se expresa “Libre de sal” cuando cumple con los requerimientos para ser libre de sodio.

Recuerda: no todo lo que brilla es oro. ¡No te dejes engañar por la publicidad! Aprende a leer la etiqueta nutricional y familiarízate con estas cualidades de los alimentos, así la selección de productos saludables será mucho más fácil.

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